Hay muchos blogs y muy buenos, dedicados a lo que se conoce como rock nacional, a su historia y difusión de canciones, grupos y discos.
No pienso competir con ellos... sería infructuoso para mí y carente de sentido.
Lo que pretendo en este espacio es compartir una serie de rarezas, anécdotas varias y dulzuras eternas, que he ido descubriendo en este camino de tratar de conocer mejor a los hombres detrás de los ídolos... cuestiones que los hacen más humanos y más grandiosos a su vez...
Espero lo disfruten, yo por cierto lo haré...
"Bienvenidos al tren"

viernes, 23 de julio de 2010

SIEMPRE ENTREGADOS AL FUTURO, COMO DICE EL FLACO...

Esta frase estaba en un volante que repartieron
en el debut de Pescado:


SIEMPRE ENTREGADOS AL FUTURO, COMO DICE EL FLACO...
“¿Por qué seguir 
soportando como siempre la misma cantinela complaciente en la radio,
en la TV, en todas partes?¿Por qué seguir participando así de 
esa caravana ciega de comercio y mediocridad rumbo a la muerte? No te
evadas. La música de rock esperaría mucho tiempo más por vos si no 
fuese tan urgente la salida al amor. Spinetta – Black – Bocón – 
Pescado Rabioso.” 


Es impresionante la vigencia que mantiene!!! 


Y esto es lo que me contó Black Amaya sobre la frase:

Hola Laura, fue una idea de Luis, se le daba a cada persona que entraba al teatro, eran los comienzos del Rock. 
Viste que el texto sigue siendo muy actual?, aparte siempre el flaco en cada recital se mandaba algunas titardas de orejas al público para que no rompan nada porque no se conseguían lugares para tocar, era todo muy nuevo.
Bueno, me alegro que te guste esto, te mando un beso grande, Black.


Qué grande Black!! es un grosso (y hasta se toma el trabajo de contestar los mensajes que los cargosos como yo le mandamos por fb).
Te quiero Negro lindo!!

martes, 20 de julio de 2010

Cuando te duele mirar hacia atrás y te da miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estaré, a tu lado.

FELIZ DIA DEL AMIGO!!!  a aquellos que están y que estuvieron siempre... a aquellos que compartieron bellos momentos en mi vida... a mis viejos amigos y compañeros... y también a los recién llegados... gracias por compartir su amistad conmigo ♥ ♥ =)

Hoy no posteo ninguna anécdota, dejo libre el espacio para que ustedes compartan y comenten sus propias anécdotas con amigos.
Mientras tanto, disfruten de la amistad en las melodías de nuestro rock...





martes, 13 de julio de 2010

Pequeñas anécdotas de un final anunciado

El chau, chau, chau amplificado y con eco no lo inventó Marcelo Tinelli. Fueron "las últimas palabras" de Charly García el viernes 5 de setiembre de 1975, cuando un Luna Park encendido y repleto celebraba la despedida de Sui Generis. Despedida mítica si las hay, aunque Adiós Sui Generis fue, en realidad, el comienzo del fin. Un fin que tuvo su escenario en un galpón de Caleta Olivia. Y también: el principio de algo. No sólo de la carrera "cada uno por su lado" de Charly y de Nito Mestre, sino también de la segunda etapa del rock nacional. Hay un antes y después de esos dos legendarios conciertos que arrastraron a 30 mil fans al templo del box...


La idea

"Lo de Adiós Sui Generis fue idea mía —dice Charly—. Me inspiré en el Goodbye de Cream (disco despedida del power trío de Eric Clapton que se separó en 1968), donde los tres usaron galeras. Al ver la cantidad de gente que nos venía a ver a los shows se me ocurrió juntar a todo el mundo".

Según Nito Mestre, la idea "fue de Jorge Alvarez", productor de la banda, y su principal impulsor.

Quizás por qué

"Me parecía bueno separarse en ese momento —sigue Charly— porque yo estaba muy copado con los teclados y las posibilidades musicales que me daba la electrónica. Estaba un poco cansado de hacer lo mismo y el piano solo en vivo casi no se escuchaba. Jorge Alvarez no entendía muy bien que quisiéramos separarnos, pero se puso las pilas y salió un buen final".

"Estábamos hartos de hacer el mismo circuito —confirma esta vez Nito—: los shows de 35 minutos, de recorrida de clubes en una misma noche, los conciertos en colegios, las giras por el interior. Y al exterior ¿cuándo? Tocamos una vez en Chile y una en Uruguay. Punto. Y cuando la gente ya sabía todos los temas, era un gasto. Podíamos mover la boca y daba lo mismo. Hemos llegado a cambiar instrumentos, hacer cualquier cosa arriba del escenario, total la gente seguía".

Nito habla, y los recuerdos se entrelazan en una cadena interminable. "Además —sigue— había salido Instituciones, habían entrado Rinaldo Rafanelli (bajista) y Juan Rodríguez (baterista), y nunca podía faltar el solo de bajo, el solo de batería, el solo de teclado. ¡Eran los 70! Yo, mientras tanto, yo me iba a tomar un té. Los shows se empezaron a hacer de goma. y empezaron a ser más aburridos para adentro. Los solos funcionaban como una rebeldía de los músicos para que la gente no cante todo el tiempo. Había algo de: ¡dejame cantar a mí también!".

Nito Mestre le da vueltas al asunto de la separación. "Otro factor era que yo me había ido a vivir con Rinaldo a una casa en Saavedra que bautizamos la rinaldería porque todo el mundo paraba ahí. A veces éramos catorce viviendo en la misma casa. Con David Lebón vivimos como cuatro meses. Era el quinto Sui Generis, siempre estuvo con nosotros. Charly estaba viviendo con María Rosa (Yorio), y nosotros estábamos solteros. Si él salía con nosotros se le complicaba. Entonces nos veíamos para ensayar y a veces ni eso: 'si ya tenemos todo ensayado'. Eso contribuyó a un distanciamiento. A comienzos del 75 hicimos un Coliseo, que fue muy lindo, y después no pasó nada. Un día Charly me dice: 'Che, nos tenemos que separar'. Yo también estaba aburrido. Se lo dijimos a Jorge Alvarez y él planteó algo diferente: cuatro recitales en el Teatro Astral a la mañana. Hicimos el primero y salió todo mal. Ese mismo día tomamos la decisión de separarnos. Fue mientras comíamos un asado. A Alvarez se le ocurrió lo del Luna Park. Entonces vino la mejoría antes de la muerte: como teníamos un objetivo y empezamos a vernos más para ensayar nos entusiasmamos".

Detrás del telón

Charly dice: "Las entradas se vendieron rapidísimo. Me acuerdo que me pasé con un amigo dando vueltas alrededor del Luna Park antes de entrar, viendo a la gente".

Y Nito recuerda: "Me llamó muchísimo la atención porque estaban desde el día anterior haciendo fila. Ahí me dí cuenta del fanatismo. Y después, el frío del Luna Park. Porque cuando entré y lo vi, tan gris y tan frío, era extrañísimo. La prueba de sonido: hacías a y sonabaaaaaaaaa. Asustaba. Antes de empezar, me asomo por el telón y empiezo a mirar a la gente, y sigo, y sigue habiendo gente arriba, por todos lados. Lo llamo a Charly y ahí caímos en la cuenta, estábamos los dos mirando como pibes y dijimos: '¡Mirá lo que hicimos!' Encima, multiplicado por dos. En un momento Charly dijo: 'Les tengo que pedir que se vayan' porque nos apuraban: 'Hay trece mil pibes afuera, así que tienen que terminar a tiempo".

Bancate ese defecto

"Guardo un super recuerdo de esa noche —dice Charly—. Fue un impulso importante para poder seguir con lo mío sin tener que atarme a una manera de hacer las cosas. Yo tenía ganas de hacer un grupo más instrumental y con Sui Generis hubiéramos alienado a la gente. La máquina de hacer pájaros era diferente, la ropa con la que vestía las canciones era diferente". 

Y hablando de "ropa", las diferencias se hicieron bien notables ese 5 de setiembre de 1975. Charly apareció con galera, zapatillas y smoking blanco, y estrenó su barba y bigote bicolor, que aportaba un aire "viejo" a esa cara de nene de 23 años. Nito, en cambio, "imberbe", llevaba puesta una camisola colorada, pantalones y alpargatas blancas.

¿Por qué la barba? "Fue una forma de mostrarme un poco más verdadero —dice ahora Charly—. Antes no usaba bigotes y fue una reafirmación del defecto como virtud, un acto freak. Como en la escuela me obligaban a escribir con la derecha siendo zurdo. Mi tema Bancate ese defecto lo explica bien: la persona que es diferente no tiene que abrumarse".

La prehistoria

Los dos recitales, que arrancaron a las 20.30 y que duraron en total cinco horas, resumieron el recorrido de la banda que se formó en 1969, en tiempos de secundario en el Instituto Sociedad Militar Dámaso Centeno. Empezaron como sexteto, pero con el tiempo fueron decantando hasta formar un dúo al que sumaron bajo y batería. Mayo de 1971 fue la fecha que marca el comienzo, con un ciclo de recitales en la sala ABC, al que se sumaron músicos como Luis Alberto Spinetta, Emilio del Guercio, Pedro y Pablo. Luego vinieron las presentaciones en Mar del Plata, y el representante Pierre Bayona se contactó con Jorge Alvarez, productor de Microfón. Firmaron contrato con el "pesado" Billy Bond, que, aunque los trataba de "blanditos", supo ver el filo de ese dúo musical.

Entonces, en escala ascendente, vinieron Vida, Confesiones de invierno, Pequeñas anécdotas sobre las instituciones. Este último fue el disco censurado: no entraron los temas referidos a los militares y a la policía, Botas locas y Juan represión. Pero sí, curiosamente, el que habla de la censura, Las increíbles aventuras del señor Tijeras. "Me parece que el disco quedó mejor, me gusta más Tango en segunda que Botas locas —dice Charly—. Me parece lo mejor de Sui Generis. Marca la preponderancia de los teclados y de la cosa menos sinfónica y más psicodélica".

Cuatro hippies van

A 3 mil pesos de entonces la entrada, con los dos shows se recaudaron 180 millones de pesos. "Nos pagaron cinco mil dólares a cada uno, que en ese momento sería mucho más que ahora. Nos duró desde setiembre del 75 hasta febrero del 76. Porque nos fuimos a vivir a un hotel, el Impala, de Libertad y Arenales. Cada uno tenía su cuarto y empezaba su historia: Charly con La máquina... yo con Los desconocidos de siempre. Y ahí se mudó la rinaldería. Todo el mundo venía todo el tiempo y nos quedamos sin nada."

El recuerdo de Charly es, otra vez, diferente: "Me acuerdo cuando fuimos los cuatro Sui al banco a cobrar. Teníamos todos el mismo cheque por la misma cantidad, éramos cuatro hippies y los tipos del banco no lo podían creer, no tenían ni idea de quiénes éramos. Parte de mi plata fue para los teclados".

El verdadero adiós

Al terminar el show, se dispersaron, Charly se fue caminando por Corrientes con María Rosa Yorio. Nito se tomó un taxi, paró a comprar Crónica y se fue solo a comer a una pizzería.

"Era como ser anónimo y famosos al mismo tiempo —dice Charly—, la noticia no salió en ningún lado, eran tiempos oscuros y de alguna manera el recital fue una buena bombita, un plan bien ejecutado. Los recitales eran una trampa para ir preso, pero salió todo bien, fue una demostración de algo que no se veía y tuvo que ser aceptado por voto popular".

Después del cimbronazo, vino el entusiasmo. Estaba la película de Bebe Kamín, salió el álbum doble del recital. "Si nos fue tan bien por qué no seguir" fue el planteo. Entonces planearon un disco, Ha sido, que, como dice Charly, "no fue". Y empezaron una gira que tuvo un final infeliz, a fines de setiembre en Caleta Olivia. "Fuimos a tocar a un galpón y pusieron un escenario muy por encima de la gente —dice Nito—. Habría doscientas personas y hacía un frío de cagarse. Cuando volvimos, veníamos cada uno en un auto. Atrás salió la camioneta con los instrumentos y más atrás, Rinaldo con Juan. Cuando llegamos al hotel nos informan que la camioneta había volcado en la curva de la muerte, y que se habían desparramado todas las cosas. Es una curva muy conocida sobre un acantilado y abajo está el mar. El tipo que manejaba estaba puesto, volcó, la batería quedó partida al medio, el mini Moog en la barranca".

"Fue la confirmación material de que la cosa no iba más. La tapa de Adiós Sui Generis ya estaba decidida, sino la imagen de todos los instrumentos en la playa hubiera sido la contratapa", dice Charly.


El viernes 5 de setiembre, Clarín anunciaba en tapa: "Extremará el gobierno la lucha antiterrorista". Isabel Perón se reunía ese día con los "comandantes generales". López Rega tejía las redes de su Triple AAA. El sábado 6, la noticia fue: "El ejército va a intensificar su lucha contra la subversión". La suerte de la Argentina estaba echada. El adiós de Sui Generis coincidía con el fin de la inocencia y el comienzo del terror...

miércoles, 7 de julio de 2010

¿Qué es el rock?, por Luis A.Spinetta (1987)



"Rock no significa más que todas éstas y aquellas capitales excrecentes donde la vida anula a la vida, donde el sonido a veces trae un ensordecedor murmullo: el de las gargantas humanas.
Y está el roll, el movimiento de esa mirada de roca que sólo busca salir de sí misma para irse siendo piedra. Más allá de los cursos de la decadencia de la civilización.
Este gesto es el que debe crear a la vez un modelo para lo punitivo. Debe crear la reacción de pudor en aquello que no quiere mostrar su desnudez ante el rock; pero que luego para acorralar a aquello que se le opone, desnudará sí el poder de su castigo y de su humillación, justamente en nombre de lo bueno. Lo bueno del mal (algo con toques de lo bueno, indeclinable y decadente del rock’n'roll).
El rock aquí es todo ese sentido que como felicidad o angustia, trasgrede permanentemente un delgado hilo de la realidad argentina, aún a costa de que al crecer luego uno se sienta como un turista marciano (¿Acaso no pareció por momentos que éramos extranjeros todos?). Rock es esa visión de haber sentido en serio (para mover, apenas algo, y eso es lo que hay que bancar) miles de sonidos de guitarras, baterías, bajos y todos los otros instrumentos, más letras y líricas nacidas de individualismos hacia afuera; para tratar de arrimar todo un antipostulado que, envenenado por Argentina misma, tiene como ésta la eficiencia de lo que somos. (Quizás de aquello con lo cual hemos generado al que se erige como lo que somos).
Y… nada. Somos muchísimos más de lo que yo me imaginaba cuando en el 69 me profetizaban que “no iba a andar”. Esta nada, anda. Tocar música desde la realidad es la idea avasallante que crea rock por doquier, sin más que “al vivir” en la intensidad de los lugares y a la vez desear una profunda cadencia que corte la húmeda tanguinolencia de río antiguo de Buenos Aires.
Una guitarra que aulla es un acople que recoge tanto margen de nuestras propias vidas que ya es todo. Y cualquier cosa que uno ame.
Habiendo nacido y vivido en Buenos Aires desde hace 37 años, tengo, vale decirio, “el viaje” de la locura ya inscripto en mi vida. Esta locura es, en todo lugar, simplemente rock. O sea, el rock en Argentina es para mí todo ese viaje".
Fuente: http://www.rock.com.ar/historia

domingo, 4 de julio de 2010

"Ahora o nunca. Mañana es la mentira piadosa con que se engañan las voluntades moribundas".

La pared de la habitación había sido alguna vez de un color intenso, cruza de salmón y rosa viejo. Esa frase de José Ingenieros estaba escrita a mano sobre la pared, con tiza blanca y letras grandes. También había versos de Omar Khayyam (de vuelos, eternidades y alguna copa de vino), mamarrachos, dibujitos, jeroglíficos y, anotados con la misma tiza, mezclados aquí y allá, los tonos de una ópera nueva que se iba a llamar "Señor de las latas". Al lado decía: "Me gustan los flanes con crema (Bertolt Brecht)".
Para llegar hasta esa habitación de la casa había que pasar por un patio largo y cruzar una galería con su toldo; después, dos piezas; al fondo estaba la cocina. El living era grande, de siete metros por cuatro: ésa era la sala. Ahí ensayaba Almendra.
La casa familiar de los Spinetta, en Arribeños entre Congreso y Quesada, era parte de un típico PH barrial con pasillo y varias viviendas, pero ésta era la primera, y daba a la calle. Cuando Luis y sus compañeros tocaban allí, el tifón se escuchaba en toda la cuadra. No había timbre; los vecinos  se limitaban a golpear la puerta con los puños, sin resultado: adentro, nadie se enteraba de nada. 
Eran los últimos años de la década del '60. Spinetta tenía 18 años y por entonces aquel Bajo Belgrano no había dejado de ser una zona abierta y de baldíos. Almendra estaba por imaginar una música de "Campos verdes"...
Aquí les dejo un documento histórico, un video que registra uno de esos ensayos, la cocina en dónde los Almendra preparaban su magia...

El video lo pueden descargar acá:  http://fermatamolarvinilos.blogspot.com/2010/06/almendra-ensayando-1969.html
Gracias Fer por el video, y por la buena onda!!!

Bond, Billy Bond

El italiano Juliano Canterini, siempre bajo su nombre artístico de Billy Bond, integró el movimiento de música beat argentina de mediados de los años '60, pero dejó su huella en la historia local al comenzar la década del '70 y convertirse en un virtual padrino, productor artístico y personaje aglutinador de talentos bajo el paraguas que fue su grupo La Pesada. Allí confluyeron los principales instrumentistas del momento, incluyendo a Pappo, Luis Alberto Spinetta y los tres Manal.
Según el propio Billy Bond: "La idea de La Pesada nació junto a Alvarez y Pedro Pujó. Me colé con Pappo y Spinetta y salió el primen disco, que en la tapa tenía los nombres de los músicos pintados sobre mi cara. Ya que teníamosel disco hecho empezamos con los recitales: fuimos al IFT y nos vieron 50 personas, en el segundo recital ya había 150, en el tercero 500, y luego ya estábamos arriba. El primer disco no vendió mucho, pero igual hicimos otro que sí anduvo bien y la idea se solidificó. Con eso como aval conseguimos que el mercado le diera crédito al rock. Nació el sello Talent y contratamos a todos: la línea de los Almendra y los pesados, con lo que sumábamos el 80% del mercado. El tercer LP fue Tontos, que llevaba el subtítulo del asunto del Luna Park, y que estaba dedicado a los músicos que me criticaron lo que hice cuando entró la policía y le pegó a los chicos. La idea del disco en sí mataba y era muy original para la época: todo lo que se escucha es la elaboración y el mambo en el estudio para hacer un tema. Pero los críticos dijeron que era lo peor que podríamos haber hecho, así que me enojé y encaré el siguiente álbum con 10 temas de 3 minutos con introducción, canto, solo, canto y final; y entre cada tema iría -como chiste- ruido de animales. Y gustó, pero, enseguida nos empezamos a separar: se fuern Pinchevsky, Kubero, y yo también".
Aquí les dejo un compilado de imágenes de Billy Bond y La Pesada en distintas actuaciones, montadas sobre la canción "La máquina".

sábado, 3 de julio de 2010

María Rosa Yorio: tango que me hiciste rock

Cuenta la historia que en 1972 una joven llamada María Rosa Yorio fue a ver por primera vez a Sui Generis y se enamoró de Charly García. Tuvieron a su hijo, Miguel, y la chica, con el tiempo, fue corista del dúo García-Mestre.
Tras el adiós a Sui, formó parte de Los Desconocidos de Siempre, y también tuvo un vínculo sentimental con Nito Mestre, el líder de esa banda. Fue la voz femenina de PorSuiGieco (Raúl Porchetto, Sui Generis y León Gieco), y se convirtió en una de las primeras cantantes mujeres del rock en Argentina.
Hoy, a quince años de su último disco como solista, prepara su sexto álbum, que se llamará Asesina Serial y la discográfica Sony además editará Obras Cumbres, una selección de sus éxitos. Toda una leyenda.

"Habría que buscar en el diccionario qué significa la palabra leyenda"
"Soy una artista que creó cosas de peso, y fue gracias a mi educación. La cultura es la leyenda que lleva cada uno"
"Soy muy pícara, me gusta la sensualidad y lo sexy me resulta divertido, pero fue difícil sostenerlo en este país"

...dice, entre los cuadros pintados por ella, que están colgados sobre las paredes lilas…



Quiero ver, quiero ser, quiero entrar... Porsuigieco... para disfrutar...

jueves, 1 de julio de 2010

Mapu: "Miss say no more"





"María Gabriela Epúmer más que ser recordada, merece ser conocida por quienes aún no la han descubierto"


Ayer se cumplió un año más desde su partida, pero Mapu no nos ha dejado, es un ángel musical que nos sigue acompañando a través de la dulzura de sus melodías.
Bella, dueña de una voz treméndamente dulce y potente a la vez, y una guitarra que desde sus acordes llega diréctamente al corazón de quién la escucha... así es María Gabriela, porque en cada canción que suena se mantiene viva su esencia...